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jueves, 25 de diciembre de 2008

Violencia epistémica

La violencia epistémica es una forma de invisibilizar al otro, expropiándolo de su posibilidad de representación.

Para Belausteguigoitia representación es sinónimo de poder. Tener poder significa poder representarse y tener control de las representaciones. El poder es el poder del diálogo, el poder del debate, el poder de la discusión, el poder de la negociación y el poder de la construcción. Un sujeto tiene poder cuando logra separar su palabra del cuerpo y hacerla que circule e impacte.

En el campo de la representación son centrales tanto el hecho de la visibilidad o invisibilidad como el hecho de ejercer un tipo de violencia.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Nuevo aviso

PC arreglada. Cambio de placa de red. Sin embargo sigue andando como c...

domingo, 14 de diciembre de 2008

Estoy sin PC

Si alguien ha querido o quiere comunicarse conmigo en estos días, informo que estoy sin PC. La misma está en arreglos.

martes, 2 de diciembre de 2008

La casita de Monte Hermoso

sábado, 29 de noviembre de 2008

Qué bueno es tener amigas que piensen así...

Releyendo el libro que escribió y me mandó desde México, mi amiga Anita Barabtarlo, Entre vientos y encuentros, doy con esta reflexión:
"Sentada en la fila de espectadores-protagonistas, aplaudiendo a quienes me precedieron y aplaudida al pasar al estrado, mi mente se dispuso a viajar por el recuerdo de mi vida profesional en la Facultad.
Cuánto entusiasmo, proyectos, ganas de compartir el pensar y el sentir, trascender. Abrirse a la escucha de otras escuchas (los alumnos no son números, sino personas, con historias).
Claro, a mis 22 años de edad no entendía ni se me ocurria pensar en las diferenncias. Nos educaron en la cultura de la uniformidad, todos debíamos explicar la teoría, la metodología, de lamisma manera y los alumnos la tenían que comprender de igual forma desde una cultura que reproducía la homogeneidad.
Con el tiempo y un ganchito fui aprendiendo a desaprender para aprender la riqueza de la diversidad, de la diferencia.
Cada clase impartida, cada experiencia acumulada, el reflexionar sobre ellas, el vivir una cotidianidad de entrega, es imprimir la huella, es preparar el terreno para la siembra... en síntesis, me embarqué en la nave del enseñar-dar-aprender-recibir, una nave con rumbo dialéctico e infinito... y así he ido descubriendo la riqueza del ser humano."

Qué notable es reconocernos en nuestras amigas, Anita, Laura, Paola, Viviana, Mónica, Silvia, Nora, Graciela, Lenina, Mabel,...

Anita escribió cuando leyó su cita:
Martha Alicia, amiga-espejo, a traves y desde el espejo nos vemos y nuestras miradas desde nuestras historias miran hacia horizontes similares. Buscando en la vida, y a la vez brindando escucha y entendimiento.
Inicio mi dia sábado 29, sumamente emocionada por tu cita de mi pensar plasmado en el libro,
un beso
Anita

Sucedió en Coronel Dorrego...


25 de Noviembre: No más violencia contra las mujeres
Actividades en Coronel Dorrego
Texto de Laura Forchetti


Empecé el día escribiendo tarjetitas para las compañeras
que mi corazón esté siempre abierto a pajaritos
que mi mente se pasee hambrienta por ahí
e intrépida y sedienta y flexible
y hasta si es domingo
pueda equivocarme
e.c.cummings

a las nueve estamos en la municipalidad
con las cintitas lavanda y los papeles
después la radio, al aire
y la puerta del banco Provincia, las calles del centro
la gente no está acostumbrada acá
se queda un poco molesta
con el volante en la mano sin saber qué hacer

a las siete de la tarde en la plaza
colgamos telas y cartones
la muni contrató equipo de audio
convocó a unos pibes de 20 para hacer música
están pasando discos
Perla dice: si ponen esa música me voy
mientras colgamos un cartel enorme Ni una más
les voy a decir-insiste
mira de frente a un rubiecito:
yo te explico, estamos acá porque hay mujeres
muchas mujeres que están muertas
porque las mataron los maridos
esto no es una fiesta
el pibe dice bueno, revuelve discos, sale con algo más tranqui
el viento se calma de a poco
llega gente varia
llegan más mujeres
llegan los directores de la muni
llega el intendente Zorzano
llega la mujer del intendente
llega el capitán Giusia con traje de gala
ni un médico ni un abogado
ni el fiscal ni su secretaria
casi ningún docente
ningún autoconvocado
ningún productor rural
ninguna mujeres con el campo
un acto en la plaza es un gesto apenas
decir presente poner una bandera

son más de las ocho cuando leemos
un viejo poema de Alfonsina Storni
conceptos, estadísticas
motivos del dolor y la desigualdad
mucho y poco
casi nada
pero un gesto acá en Dorrego
donde es raro ver gente con banderas y consignas

son más de las nueve y media cuando se dispersa el grupo
nosotras
claro
nos vamos a tomar cerveza
y la seguimos…

nota innecesaria pero inevitable:
ese mismo martes 25, en la siesta
hubo una muerte no del todo ajena a estas cuestiones
un hombre de unos 30 años se suicidó
era la pareja de una de las mujeres del grupo de mamás jóvenes
-en riesgo dicen los de desarrollo social-
que trabajaron con nosotras
y había estado esa mañana preparando los detalles del día
otra vez, el golpe

Y que los platos los lave otro
Coronel Dorrego

miércoles, 26 de noviembre de 2008

EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

25 de noviembre "Día de la no violencia hacia las mujeres"
por Lucía García*

Era julio de 1981 cuando en Bogotá, Colombia se realizaba el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. Las dominicanas Magalí Pineda y Angela Hernández, casi al finalizar el plenario de cierre, hicieron una moción: declarar el 25 de noviembre, como el "Día Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres", en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas por la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, el 25 de noviembre de 1960.
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal eran integrantes del Movimiento Revolucionario 14 de junio. El nombre era un homenaje a la fecha del desembarco guerrillero del año 1959 contra la tiranía trujillista, que hizo temblar los cimientos del régimen. La organización clandestina nucleaba a jóvenes que habían decidido pasar a la acción para acabar con una dictadura que pronto cumpliría 30 años.
Las hermanas habían nacido en Ojo de Agua, en Salcedo, provenían de una familia de comerciantes. La primera en nacer fue Patria Mercedes, el 27 de febrero de 1924, poco antes de que las tropas interventoras de Estados Unidos abandonaran República Dominicana, la segunda María Argentina Minerva, nació el 13 de marzo de 1926, y la tercera, Antonia María Teresa, el 15 de octubre de 1935. En 1938, Patria, Minerva y otra hermana, Bélgica Adela, nacida el 2 de marzo de 1925 fueron enviadas a estudiar al colegio Inmaculada Concepción, en La Vega.
Cuenta la historia que en junio de 1949, Minerva y sus padres, invitados por las máximas autoridades de su provincia, asistieron a una fiesta en Santiago en el Palacio de la Gobernación en honor al dictador Trujillo. El dictador conoció a Minerva y se interesó en ella. Las invitaciones a la familia Mirabal se repetían, y los desaires de Minerva también. Enrique Mirabal, su padre, por "consejos" del gobernador de Moca había enviado un telegrama al tirano excusándose de la ausencia de su familia por "motivos de salud", días después fue detenido y conducido a la cárcel. Poco más tarde, su hija también fue presa junto a varias de sus amigas: Enma Rodríguez, Violeta Martínez y Brunilda Soñé. Todas las prisioneras fueron investigadas sobre las supuestas relaciones de Minerva con miembros del Partido Socialista Popular, y particularmente, con el dirigente comunista Pericles Franco.
A partir de ese momento, fue montado sobre la familia Mirabal, y particularmente sobre Minerva, - la Mariposa en la jerga clandestina - y sus contactos, un implacable espionaje, y Trujillo en persona era informado permanentemente sobre todas sus actividades.
Los últimos años de la década del cincuenta fueron de agitación social en Latinoamérica, la caída del dictador colombiano Rojas Pinalla; más tarde, la del venezolano Pérez Jiménez y en 1959 la huida de Cuba del dictador Batista, tras el triunfo revolucionario de Fidel Castro, no sólo abrieron nuevos caminos en esos países, sino que contagiaron la esperanza de cambios profundos en todo el continente.
República Dominicana no fue la excepción. En enero de 1959 en una reunión familiar en la que estaban presentes Minerva, Manolo Tavares Justo –su marido-, María Teresa, Leandro Guzmán y otras personas, mientras analizaban la situación política del Caribe, particularmente la cubana después del triunfo de Castro, Minerva planteó por primera vez la posibilidad de organizar un movimiento para derrocar a Trujillo. La iniciativa prendió en la voluntad de los presentes y acordaron ese día iniciar los contactos para sumar adeptos de todo el país.
La expedición armada del 14 de junio, proveniente de Cuba, a pesar de haber sido reprimida por la dictadura, sembró la rebelión en la conciencia de esos jóvenes, que se reunieron en asamblea constitutiva en Mao el 10 de enero de 1960, en la Hacienda de Conrado Bogaert, y adoptaron como nombre el de la fecha de esa expedición. En esa asamblea clandestina había delegados de todo el país, y sólo dos mujeres, Minerva y Dulce María Tejada Gómez. Sin embargo, para presidir la Agrupación 14 de junio fue elegido Manolo Tavares Justo, Presidente, Pipe Faxas, Secretario General y el ingeniero Leandro Guzmán, como tesorero.
La reunión llegó a oídos de la inteligencia de la dictadura y comenzaron las detenciones. Manolo, Minerva, María Teresa, y su esposo Leandro Guzmán y también Pedro González. A fines de enero más de cien integrantes del 14 de junio habían caído presos. Fueron torturados y varios, asesinados.
Simultáneamente junto a Minerva, fueron encarceladas otras mujeres: Ing. Tomasina Cabral, Dra. Fe Violeta Ortega, Miriam Morales y la Dra. Asela Morel. La presión obligó a Trujillo a poner en libertad a las mujeres detenidas, el 7 de febrero de 1960, y en los meses siguientes a decenas de jóvenes varones. Sin embargo, el Dr. Tavares Justo, Leandro Guzmán, Pedro González, y los demás dirigentes quedaron detenidos. Meses después, Trujillo ordenó el asesinato de Rómulo Betancourt, Presidente de Venezuela; y el 18 de mayo, Minerva y María Teresa, fueron de nuevo encerradas, y sometidas a la justicia por "atentar contra la seguridad del Estado" y condenadas a cinco años de prisión.
En la última visita que hicieron a Manolo y Leandro, las hermanas Mirabal comentaron a sus maridos los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad de que sufrieran un "accidente", un clásico del trujillismo cuando pretendía ocultar un crimen.
La orden de asesinar a las hermanas Mirabal ya había sido cursada, y en Puerto Plata se encontraban los ejecutores: Ciríaco de la Rosa, Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio, y Emilio Estraba Malleta, todos miembros de Servicio de Inteligencia Militar. El último, de origen cubano, había realizado esa misma tarea en la dictadura de Fulgencio Batista.
Cuando las hermanas Mirabal abandonaban Puerto Plata rumbo a su hogar, fueron detenidas por un vehículo que interceptó el jeep que las conducía. Introducidas a empujones al carro de los matones, y llevadas a un lugar previamente escogido en la carretera bordeaba por un precipicio, fueron brutalmente asesinadas y luego introducidas en el jeep que fue arrojado al abismo. El cruel asesinato nunca pasó por accidente.
La historia dominicana las rescata como heroínas, en diferentes versiones. Las unas como mujeres a las que el destino les guardaba un lugar de mártires; las otras como luchadoras de vanguardia en un mundo de hombres.
La tarde del 30 de mayo de 1961 cuando el general, que se enorgullecía de ser el "primer anticomunista de América", realizaba su habitual itinerario hacia la residencia La Caoba en San Cristóbal, tres coches a bordo de un grupo de militares y civiles emboscó al vehículo presidencial, lo interceptó y ultimó a balazos al jefe del régimen represivo. Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadahlá, Antonio de la Maza, Luis Amiama Tió, Juan Tomás Díaz, Huáscar Tejeda, Roberto Pastoriza y Antonio Imbert Barreras, ajusticiaron al genocida.
Para entonces las cárceles estaban repletas de presos políticos que eran torturados, y Trujillo era propietario del treinta por ciento de la tierra cultivable del país.
"Sólo tengo dos enemigos importantes: la Iglesia y las hermanas Mirabal", había dicho un año antes de morir el propio dictador.

*Lucía García es periodista y coordinadora junto a Ana Maldonado y Lohana Berkins del Seminario "Género: medios de comunicación y subjetividad" en la UPMPM.

martes, 4 de noviembre de 2008

Con Susana Machado en Santa Rosa-La Pampa



El 4 de octubre, frente a la Casa de Gobierno, cuando íbamos hacia el CREAR, donde un grupo de docentes de Estética, junto a varios alumnos interesados en profundizar los temas relacionados con el arte y la cultura hoy, en la Argentina, nos esperaban.

Recuerdo de Santa Rosa - La Pampa

martes, 21 de octubre de 2008

Es hora de que me ponga a escribir

No se si he cambiado de lugar las entradas o es porque realmente no escribo una nueva entrada que mi blog se ha quedado petrificado en el día 8 de agosto de 2008.

Mientras tanto, los días se han sucedido sin que yo deje de hacer algo: hoy escribo sobre una historia de vida; mañana sobre Batuke y pasado sobre el cine clásico y el aura de Walter Benjamin.
Este sí que es un plato variado y novedoso.

sábado, 9 de agosto de 2008

CULTURA Y LENGUA

Autora: MARTHA ALICIA LOMBARDELLI
Año: 2006-2007
A partir del texto de Rodolfo Kusch, investigamos el tipo de relación que nuestros alumnos de la materia Teoría de la Práctica Artistica podían implementar exitosamente en sus experiencias de trabajos en los barrios. Dicho trabajo constituye una síntesis de los principales núcleos temáticos desarrollados en las clases y puestos en acción en la comunidad. Conociéndolos, el alumno contaría con un soporte teórico –entre otros- que favorecería la generación de relaciones intersubjetivas en las distintas instituciones elegidas para implementar el trabajo de extensión: escuelas de distintos niveles y ONGs. La modalidad de trabajo de extensión ya tenía varios años de implementarse -gracias a una feliz idea de la profesora Titular de la cátedra, Lic. Mónica Caballero, constituyendo una experiencia valiosa para los alumnos.
Esto posibilitó que se llenaran los requisitos para concursar en el Programa lanzado por Ministerio de Educación de la Nación, a través de la secretaría de Políticas Educativas, y culminar en el concurso ganado y subsidiado, -más de una vez- por dicho programa del voluntariado. La actividad se implementó y se conoció con el nombre “LOS ARTISTAS VAN A LOS BARRIOS”

Palabras claves:
Lengua- habla - cultura- discurso - antidiscurso

Algunos conceptos introductorios que facilitan la compresión del tema:

Por “estructuralismo” comenzó a entenderse en lingüística un cuerpo de doctrina y método que, además de la noción de estructura y sistema aplicados al lenguaje y al principio formalista, se apoyaban en los siguientes postulados fundamentales:
a) en el estudio del lenguaje debe distinguirse la norma colectiva (“lengua”) del acto individual (“habla”);
b) también debe separarse el estudio de un estado de lengua (“sincronía”) del de los procesos evolutivos (“diacronía”);
c) igualmente hay que tener presente la distinción entre lo que es la manifestación fónica de un signo lingüístico (“significante”) y el contenido semántico de éste (“significado”).

Cultura y lengua
Vamos a ir analizando el pensamiento de Rodolfo Kusch para llegar a entender la relación que establece entre la cultura y la lengua.
Kusch se pregunta:

¿Existe una cultura americana? para responder a esta pregunta podríamos seguir la vía de la investigación científica.
Desde una determinada ciencia podríamos intentar averiguar si existe algo así como una cultura diferente a otras culturas.
Si seguimos el camino de la investigación científica, surgen nuevas preguntas. Sabemos que las ciencias son especializaciones.

• ¿qué significa afirmar que las ciencias son especializaciones? Pues que necesitan recortar la realidad para abordarla, recortan un aspecto del todo;

• ¿qué ciencia debemos elegir? ¿qué criterio aplicar para elegir una ciencia?

• ¿Podría ser la lingüística, la sociología, la antropología o la historia?

• ¿Además, tiene que ser necesariamente una ciencia? ¿ o más de una ciencia?

• Kusch dice “cada ciencia se constituye construyendo su propio objeto.”

• ¿Qué quiere decir construir su propio objeto?

• ¿Cómo opera la ciencia? ¿que significa decir ésto?

Más allá del lo que proyectamos como objeto de conocimiento, está la ´cosa en sí´ -dirá Kant-; ´lo transobjetivo´ -dirá Nicolai Hartmann. Con estas categorías se están refiriendo a aquello que no podemos convertir en objeto de conocimiento. Kusch aludirá a “lo que nos trasciende” y que cualquier pregunta que interrogue por esta ámbito recibirá la respuesta de su cultura.
Esto hace que, justamente a partir de los aportes del filósofo Kant, no tenga respuesta en el ámbito de la ciencia. Pero, por estar presente en la cultura, impregna todo los discursos de los sujetos existenciales; los hablantes.
Es lo que el autor definirá como el antidiscurso, aquello que le da sentido a los sujetos culturales. Lo no dicho en el discurso pero que todos ya sabemos.

Volviendo a la ciencia: enumeremos algunas de las características propias de ellas ciencias siguiendo la descripción del epistemólogo argentino Mario Bunge en su libro La ciencia, sú método y su filosofía.
1. El conocimiento científico es fáctico: parte de los hechos los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos.
( sin embargo: ) “las ciencias fácticas tienen que mirar las cosas y, siempre que les sea posible, deben procurar cambiarlas deliberadamente para intentar descubrir en qué medida sus hipótesis se adecuan a los hechos.”

2. No siempre es posible, ni siquiera deseable, respetar enteramente los hechos cuando se los analiza, y no hay ciencia sin análisis, aun cuando el análisis no sea sino un medio para la reconstrucción final de los todos.
Ningún científico aprehende su objeto tal como es, sino tal como queda modificado por sus propias operaciones.

1) Una consecuencia del enfoque analítico es la especialización. Como la especialización tiende a estrechar la visión del científico individual, dice Mario Bunge -con cierto humor-, que el único remedio que ha resultado eficaz contra la unilateralidad, es una dosis de filosofía
2) Después de leer lo anterior vamos comprendiendo por qué dice Kusch que la ciencia no nos sirve para contestar aquella pregunta.
3) La ciencia no piensa –afirmaba Martín Heidegger sin querer ofender a los científicos. La ciencia opera: pone ante sí aquello que puede convertir en objeto de conocimiento.
4) Además, dice Rodolfo Kusch, la ciencia conlleva la praxis de ella misma; su utilización, su aflicción, su operatividad.
5) ¿Qué quiere decir con esto? Que la ciencia no nace en el vacío; tampoco opera sin un objetivo determinado. Leemos: “la ciencia como determinación de objetos, como descubrimiento de leyes del universo (Kant), es un hallazgo de Occidente dentro de un proyecto político del propio Occidente.”

Recordemos el concepto de pro-yecto que analizara Casalla y que, ahora nos va a servir acá perfectamente para entender cómo una forma simbólica como la ciencia, no es ajena y responde, en su modalidad, a la cultura que la engendra.
La situación es proyecto: alude, por un lado, a lo que es, a lo que está, por otro, a lo que es necesario hacer nacer, -como nuevo- en lugar de lo dado.
yecto : lo dado, arrojado.
pro : forma prefija, de pro, hacia adelante, en lugar
de, en vez de, etc.

La necesidad del conocimiento nace del proyecto y no a la inversa y el proyecto nace de una visión totalizadora, que tenga presente la totalidad cultural; de un pensar que trasciende el pensar de cálculo propio de la ciencia.
Por lo tanto, la ciencia que conocemos, la ciencia de Occidente, nació de un proyecto que –tal vez- no coincida con el proyecto nuestro.
De hecho, no coincidió, y es a partir de esa tesis que Rodolfo Kusch nos invita a reflexionar. La filosofía –dice Kusch- da una visión totalizadora porque ella piensa aquello que gravita en los problemas que nos afectan. . Es a partir de ese pensamiento que Kusch considera que aún no está dada la ciencia que explique nuestra realidad latinoamericana.

Ejemplo:
El intento de querer conocer la cultura aymará a partir de un estudio de la lengua aymará. Desde la lingúística (especialidad científica) se podría conocer la estructura de esa lengua, pero -dice Kusch- es muy posible que desde ella, desde la ciencia -como la ciencia explica y predice-, sólo se pueda predecir su extinción. Teniendo en cuenta la relación entre la lengua y la cultura, estaríamos prediciendo la extinción de una cultura, la aymará.
Sin embargo, en la medida en que nos hacemos cargo del sentido que habita la lengua, nuestra conclusión inevitablemente será otra, porque estaremos hablando - ya no meramente de una lengua-, estaremos refiriéndonos a una cultura.
Me remito a lo que afirmaba Heidegger:
“En efecto, las palabras y el lenguaje no son, en absoluto, cápsulas en que las cosas se empaquetan para el comercio del que habla y escribe. para nosotros, las cosas sólo llegan a ser y son en la palabra, en el lenguaje”.

Nosotros podríamos agregar -para comprender eso del sentido- algo que encontramos en un texto que se considera destinado a los niños:
“- cuando yo uso una palabra –dijo Humpty Dumpty, en tono algo despectivo-, esa palabra significa exactamente lo que yo decidí que signifique... ni más ni menos.
Donde la afirmación nos remite a dos cosas simultáneamente: la palabra puebla el mundo de significados, por un lado; y, cuando una determinada cultura lo hace por encima de las otras, e impone sus significados, ejerce un poder de avasallamiento. Ejemplo: la conquista de América.

Benjamin Lee Whorff (1956) afirmaba que la lengua no es un sistema meramente reproductor para expresar ideas, sino que más bien es un conformador de ideas, un programa y guía para la actividad mental del individuo, para su análisis de las impresiones, para su síntesis del stock mental en circulación. el lenguaje, las palabras, albergan las maneras de entender las relaciones temporales y espaciales de una cultura e incluso las relaciones de causa a efecto.
Al analizar la metafísica de una comunidad hopi, encuentra clasificaciones ocultas, que funcionan subterráneamente en la lengua, y se sienten más que se comprenden. El autor denomina este tipo de clasificación criptotipo, al cual define como “un significado sumergido, sutil y elusivo que no corresponde a ninguna palabra real, pero que el análisis lingüístico muestra que es funcionalmente importante en la gramática.”

Lo que estos autores afirman nos remite al sentido de una cultura, y ésta remite a una estrategia política, la cual responde a un determinado estar. Lo que la cultura instala, la esencia de los ámbitos del hombre, de la historia, el arte, la poesía, el lenguaje, la naturaleza, el o los dioses, es inaccesible a las ciencias.
Cassirer llama pregnancia simbólica a la impotencia constitutiva –así la define-, que condena al pensamiento a no poder jamás intuir una cosa “objetivamente” sin integrarla de modo inmediato en un sentido. Observaba Cassirer que esa impotencia es el reverso de un inmenso poder: el de la presencia del sentido.
Las cosas son símbolos en tanto conservan la coherencia de la percepción, de la conceptualización, del juicio o del razonamiento mediante el sentido que las impregna.
Podemos agregar que también la coherencia de la representación artística nace del sentido que la impregna.
En este momento haremos un alto para diferenciar significación y sentido; para ello debemos distinguir: fin, estructura y valor:
Significación: cuando el sentido del objeto (o sea, lo delimitado como tal) es definible; hablamos de significación cuando el objeto (o sea, lo delimitado como tal) se relaciona con un fin o una estructura.

Objeto relacionado con un fin = Significación

Objeto relacionado con una estructura = Significación

Entendemos por sentido lo que carga al objeto con un plus que no es definible; cuando se relaciona al objeto ( o sea, lo que delimitamos como tal) con un valor.
Objeto + valor = sentido

Volviendo a lo que dice Rodolfo Kusch, predecir la extinción de un idioma conlleva la idea de que estamos hablando de una cultura que posee ese idioma, y que, por analogía con estudios realizados acerca de ciertos grupos étnicos, deducimos que es una cultura en extinción.
La extensión que adquiere la deducción al abarcar, no sólo el idioma, sino también la cultura, nace de la importancia de la lengua como lugar que alberga los sentidos de una cultura. Pensemos la gravedad que significa que un científico pronostique que una cultura está en vías de desaparecer.
Esto nos lleva al tema del sujeto cultural y el sujeto científico:
Estamos analizando algo, para ello nos ubicamos en el lugar del sujeto científico, pero, ¿cómo y cuando se constituyó este sujeto científico?
Habíamos dicho que, tanto el objeto de conocimiento como el sujeto de conocimiento, se constituyen en la relación de conocimiento.
Dice Rodolfo Kutch que, en la medida en que aún no hemos realizado la reflexión filosófica que nos de el sentido de lo que necesitamos como sujetos culturales, el lugar de sujeto científico que asumamos será el sujeto científico ya constituido por la cultura de Occidente. Incluso si apelamos a criterios provenientes de otras ciencias, como ser la sociología, la historia o la antropología para arribar a una conclusión, siempre estaremos asumiendo el lugar de no-sujeto cultural. ¿Por qué? Porque el sujeto científico se da inserto en una cultura. Además, porque sólo con criterios provenientes de las ciencias, es muy difícil poder afirmar algo acerca de una determinada cultura.
Kusch antepone a cualquier enfoque científico, la importancia de una reflexión filosófica acerca de la política que se da una comunidad en su intento de sobrevivir. Acá, la palabra política tiene el sentido que le dio como "estrategia para vivir”. ¿Por qué la necesidad de un pensar filosófico?
La apelación al pensamiento filosófico tiene su fundamento en que: el fin de la filosofía, como la religión y el arte, no es alejarse de lo público, de 'lo vulgar' hacia la zona de lo intelectual, lo exquisito sino buscar en lo común, en lo compartido, en 'lo profano' el sentido de lo cotidiano.
Lo científico supone la delimitación de un objeto, su descripción y el descubrimiento de sus leyes. A su vez, sabemos que el conocer tiene un sentido teleológico. No podemos pensar que el conocimiento científico sea por el conocimiento mismo. Se busca conocer para un fin determinado. Y lo que es más importante aún, el conocer no es independiente del hacer.

. En el caso de nuestra cultura, Kusch dice:
Antes de considerarnos sujetos científicos debemos plantearnos, desde la filosofía, en tanto pensar más abarcador que las ciencias: ¿por qué implementar una ciencia y no otra?
Debemos destacar que el sujeto científico determina objetos y eso siempre se hace desde un proyecto político. Lo que le planteamos a la ciencia es que necesita estar respaldada por un pensar totalitario, en el sentido de abarcador del todo, un pensar existencial.

Detrás del lenguaje está quien lo habla. El habla se da en un clima existencial. El habla hace referencia a un sentido que antes de hablar ya conocen aquellos que hablan un determinado lenguaje. Es un sentido compartido que trasciende lo que se dice. Recordemos los criptotipos de Whorff . Lo que se dice en un enunciado podría ser distinto a lo factual. El habla es infundada, no hay un fundamento dado. Se funda en el existente que lo habla y éste, en la cultura.

Dice Émile Benveniste:
"Lo que se puede decir, es lo que delimita y organiza lo que se puede pensar.
La lengua proporciona la configuración fundamental de las propiedades reconocidas por el espíritu a las cosas.
Ningún tipo de lengua puede él mismo y por sí mismo ni favorecer ni impedir la actividad del pensamiento. Pero la posibilidad del pensamiento está vinculada a la facultad del lenguaje, pues la lengua es una estructura informada de significación, y pensar es manejar los signos de la lengua." Cuando Aristóteles enuncia sus categorías:
substancia (algo es), cantidad, cualidad, relación,
lugar, tiempo, acción, pasión, posición, estado,
está enunciando la totalidad de los predicados que pueden afirmarse del ser. Lo cual quiere decir que está enunciando las categorías de la lengua en que piensa y con las cuales organiza la realidad.

Volviendo al texto de Kusch, leemos:
“por eso antes de hacer un trabajo lingüístico, a nivel científico, tendría que hacerse una ontología del lenguaje, es decir, una reflexión filosófica sobre el lenguaje mismo.
Se trata de ver a través del lenguaje qué pasa con el hombre que lo habla. Ahí el problema trasciende lo científico y abarca una totalidad”.

Cuando rastreamos el sentido de una cultura encontramos que en el proceso del habla hay siempre un referente anterior al acontecimiento; tiene que ver con el “estar”, con lo que “es costumbre”, con lo “yecto” que analiza Casalla cuando habla del proyecto.


Autores mencionados:

Aristóteles.
Benveniste, Émile.
Casalla, Mario.
Cassirer, Ernst.
Heidegger, Martín.
Kusch, Rodolfo.
Whorff, Benjamin Lee

domingo, 3 de agosto de 2008

LA MUJER EN LA OBRA DE EUGENIO CAMBACERES, ESCRITOR DE FINES DE SIGLO XIX (1843-1888)

PROGRAMA IBEROAMERICANO DE ESTUDIOS
SOBRE IMAGINARIOS – IDEI- I º Encuentro de Investigadores del Programa IDEI- 22,23 y 24 de noviembre de 2006 La Plata- Argentina


Tomamos arbitrariamente, la imagen de mujer que, -finalizando el siglo XIX- aparecía en la obra de uno de los escritores de mayor nombradía que inauguró la novelística en la República Argentina. Me refiero a Eugenio Cambaceres, representante de la corriente literaria naturalista y reconocido como exponente inconfundible de la “generación del 80”
Dice Francine Masiello: “En la Argentina de esos años, el discurso liberal se reformula para explicar la problemática de la modernidad en relación con el trabajo y el vicio. Aquí el protagonista es el dinero, su cómplice la mujer. Los textos canónicos de la generación del 80 –pienso en las novelas de Cambaceres, Martel, y Sicardi– ya representan la «maldad» femenina ligada con los cambios sociales de la modernidad. Temerosos de la mujer independiente, de la que defiende sus derechos al trabajo, al cuerpo, y al placer, los intelectuales de la generación del 80 forjan un discurso sobre los excesos femeninos, sobre el delito de la prostitución, y el cáncer de la delincuencia. De ahí que el cuerpo de la mujer moderna ocupe un lugar en los textos como objeto de las fantasías paranoicas de una clase dirigente amenazada; también se le designa como fuente de la mentira y de la productividad textual.1”


Antes de continuar debo decir que su libro Sin rumbo es el testimonio de la visión que mi antiguo profesor de filosofía – Ezequiel de Olaso- presenta en “Notas para una discusión sobre la cultura del ochenta” : “pensar que la élite ilustrada de la generación del ochenta se dio como proyecto hacer de la Argentina una nación moderna y rica, es una simple fantasía.” Ese proyecto -según de Olaso- no existió nunca.
En particular, la forma de vida del protagonista de Sin rumbo como el de Potpurri
(Potpourri Silbidos de un vago / 1882



En el cap. III de esta novela, hay una descripción de un desilusionado . Primeros párrafos:

“Llevado por mi carácter habitualmente jovial, preparábame a pasar un buen rato encarando a la humanidad por su lado alegre y ridículo, cuando de súbito se produjo en mí uno de esos cambios bruscos que inconscientemente suelen experimentar los hombres que, habiendo agotado la vida, mucho han gozado y también mucho han sufrido.
El recuerdo del placer que empalaga y del dolor que harta, trae aparejado un desencanto profundo y, como consecuencia de él, se despiertan sentimientos de perversidad que espantan y producen el horror de uno mismo, luego que la ofuscación pasa.
Hallábame en uno de esos momentos fatales; el demonio de la murmuración aguijoneaba mi espíritu.
Sentía despertarse en mí, viva, punzante, la índole del mal; hubiera llegado hasta clavar mis dientes para desgarrar con ellos la blanca túnica de la virgen, y, al través de esa verdadera rabia de dañar que me asaltaba, todo me parecía revestir las formas más odiosas.”

Esta forma de sentir -muy parecida a distintos personajes de la literatura de la época-, pareciera dar argumentos a favor de la ausencia de ese proyecto de país. Más bien se evidencia una generación que piensa en sí misma, en sus intereses de clase

Eugenio Cambaceres, perteneció a una familia adinerada, dueña de tierras. Estudio en el Colegio Nacional, se graduó en la Facultad de Derecho, fue diputado de la ciudad de Buenos Aires y luego elegido diputado nacional. Murió en Francia a los 45 años.

Con sus obras se inicia el naturalismo en la Argentina. Corriente ésta que despertó encendidas polémicas para terminar imponiéndose sobre la novela romántica. Se puede decir que el naturalismo argentino adoptó más los mecanismos y las técnicas zolianas que sus objetivos fundamentales. Zola atacaba a la clase dirigente de la burguesía francesa en cambio los naturalistas argentinos terminaron por defender la clase dominante a la cual pertenecían.
Los cultivadores de esta corriente literaria en Argentina son, por lo general, miembros de la burguesía más conservadora y conciben sus creaciones como una vía más de canalización de su ideología política. El debate naturalista sobre la adecuación del individuo al medio sirve aquí para reavivar viejas polémicas locales, como la contraposición entre americanismo y europeísmo o entre civilización y barbarie, que había planteado Sarmiento tiempo atrás.

El grupo de escritores conocido hoy en día como Generación del 80, fecha alusiva a la federalización de Buenos Aires y la consiguiente ciudad nacional Los miembros de esta generación pertenecen a la alta burguesía criolla, son de ideología conservadora y fieles seguidores de la cultura y las modas europeas. Su pensamiento se nutre a partes iguales de los aportes de los teóricos positivistas del viejo continente y de los intelectuales argentinos de la época anterior, como Echeverría, Alberdi o Sarmiento.
De hecho, en los tratados teóricos y en las obras de creación de estos hombres del 80 se desarrolla con cierta amplitud la mencionada dicotomía sarmientina civilización/barbarie. y se identifica habitualmente esta última instancia con la gran masa de población inculta, que no tiene capacidad de pensar ni de decidir por si misma.

En el libro de Cambaceres, Sin rumbo, aparecen tres imágenes de mujeres, las cuales intento mostrar a partir de las palabras que utiliza el escritor. Como dice Georges Duby: “Para mí lo importante es la imagen que proporcionan de una mujer y, a través de esa imagen, de las mujeres en general, la imagen que el autor del texto se hacía de ellas y que quiso entregar a quienes lo escucharon”
Es evidente que el autor reduce la mujer a su cuerpo; la mujer es un cuerpo cuya finalidad es la de excitar visualmente al hombre. La mujer es un objeto de placer:
“La limitación estrecha de sus facultades, los escasos alcances de su inteligencia incapaz de penetrar en el dominio profundo de la ciencia, rebelde a las concepciones sublimes de las artes; la pobreza de su ser moral, refractario a todas las altas nociones de justicia y de deber; el aspecto mismo de su cuerpo, su falta de nervio y de vigor, la molicie de sus formas, la delicadeza de sus líneas, la suavidad de su piel, la morbidez de su carne ¿no revelaban claramente su destino, la misión que la naturaleza le había dado, no estaban diciendo a gritos que era un ser consagrado al amor esencialmente, casi un simple instrumento de placer, creado en vista de la propagación sucesiva y creciente de la especie?)

Marieta Amorini :
Cambaceres la introduce describiendo su aparición espectacular:
“Era la prima donna, la célebre Amorini que triunfalmente hacía su entrada envuelta en pieles y terciopelo.”
No nos interesa saber si es extranjera o nativa, como mujer-objeto, impondrá la moda entre ciertas mujeres de la alta sociedad.
“Alta, morena, esbelta, linda, sus ojos hoscos y como engarzados en el fondo de las órbitas, despedían un brillo intenso y sombrío; el surco de dos ojeras profundas los bordeaba revelando todo el fuego de su sangre de romana. Desnuda, se adivinaba en ella la garra de una leona y el cuerpo de una culebra.”
La descripción avanza sobre las manos y los pies de la prima donna.
Me detengo en estas descripciones porque ellas referencian los distintos tipos de mujer que el autor pone en la novela.

“(...) y le alargó la mano, una mano cargada de sortijas, afilada, carnosa, suave.”
“Los ojos de aquél se detuvieron entonces en el pie de la prima donna, cuyos dedos se dibujaban calzados por los dedos de seda de la media, en la inflexión elegante de su pierna, a la vez esbelta y gruesa, que el recogido de su pollera de Aída descubría hasta más arriba de la rodilla.”

Donata:
La otra mujer que aparece en Sin rumbo, será Donata, la “chinita”. Ella, como la tierra, es cálida y está destinada a dar vida, para la sobrevivencia de la especie.
Cito nuevamente:
“El óvalo de almendra de sus ojos negros y calientes, de esos ojos que brillan siendo un misterio la fuente de su luz, las líneas de su nariz ñata y graciosa, el dibujo tosco, pero provocante y lascivo de su boca mordiendo nerviosa el labio inferior y mostrando una doble fila de dientes blancos como granos de mazamorra, las facciones todas de su rostro, parecían adquirir mayor prestigio en el tono de su tez de china, lisa, lustrosa y suave como un bronce de Barbedienne!.”

Es evidente la transferencia de lo que el protagonista siente a la descripción de esta mujer. La anterior descripción era distante, fría, a pesar de la relación amorosa que el personaje mantiene con la cantante de ópera.
La descripción de Donata, en cambio, está cargada de la sensualidad que nace del deseo del protagonista.
El autor pone en boca del mayordomo Villalba –figura mediadora entre el patrón y los peones- las siguientes palabras caracterizando la clase de mujeres a la que pertenece Donata:
“Si estas, patrón, son como hacienda, (...) conforme cualquiera las atropella, ahí no más se echan”

Andrea
Hay una tercera mujer, Andrea. Leamos cómo describe el efecto que produce esta mujer en el protagonista:
“Ella, en fin, su genio bienhechor, la hechicera cuyo mágico poder de encantamiento había tenido el prodigioso don de transformarlo, de convertir sus odios en un amor infinito, amor a los hombres, a los animales, a las cosas, a él, al mundo, ¡a todo!”

Esta mujer/niña nacida de la violación de Donata por parte del protagonista, encarna al ángel bueno o la hechicera benévola que opera la conversión del mal en bien.
La mirada positiva que observamos sobre esta mujer, no es ajena al hecho de que Andrea sea la hija del protagonista; además, el bien que prodiga Andrea no es intencional, ya que, si así fuera, se le estaría otorgando una subjetividad, la cual en toda la novela es monopolio del hombre.

Conclusión
Me he detenido a analizar las tres imágenes de mujer presentes en esta novela del siglo XIX porque aparecen al interior de una corriente literaria -el naturalismo-, que recién se instala en nuestro país, dejando atrás la novela romántica. Además pertenecen a un autor que se considera el fundador de ese tipo de novela si bien no deja de ser una copia de la novela naturalista francesa de Zola.
Esas imágenes presentan contornos esquemáticos, reducidos y parciales. En sus descripciones observamos que la minuciosidad desplegada en la generosa descripción del protagonista, disminuye intencionalmente cuando se refiere a personajes femeninos.
Transcribo un párrafo en el que el autor se expresa acerca del protagonista:
“Abandonado Andrés a su negro pesimismo, minada el alma por la zapa de los grandes demoledores humanos, abismado el espíritu en el glacial y terrible “nada” de las doctrinas nuevas, prestigiadas a sus ojos por el triste caudal de su experiencia, penosamente arrastraba su vida en la soledad y el aislamiento.”
Por eso mismo esas imágenes de mujeres no llegan a referenciar un ser humano-sujeto-femenino, un par del ser humano-sujeto-masculino.
Este tipo de percepción y descripción de los personajes femeninos podríamos decir que es muy parecido o que expresa muy pocas variaciones en otros escritores de la época.
En casi todos ellos está presente un pensamiento positivista que, por su acentuada valoración de lo racional, lo mensurable, lo verificable, tendrá en menos los sentimientos, los pensamientos religiosos que nacen de las creencias, las intuiciones y los impulsos que de ellos nacen. Todo eso que es considerado como ininteligible es lo que caracterizará el género femenino.

No obstante ser un caso singular, el de Eugenio Cambaceres, considero que me permitirá tener un punto de partida para el siguiente estudio de la imagen femenina perteneciente ya a la literatura del siglo XX en la Argentina. Me refiero a la obra de Manuel Gálvez: Nacha Regules,


Bibliografía y notas aclaratorias
1) Masiello Francine: Voces de(l) Plata: dinero, lenguaje y oficio literario en la literatura femenina de fin de siglo. .En AAVV: Mujeres y cultura en la Argentina del siglo xix. Ed Feminaria Editoria. 1994. pág. 39
2) Cfr.: de Olaso, Ezequiel en La Argentina: del Ochenta al Centenario (comp.), Bs.As. Sudamericana 1980, p.697
3) Cambaceres, Eugenio: (Potpourri Silbidos de un vago / 1882 Fuente: Tercera edición, Librería Española y Americana, E. Denné, París, 1883. Cap.III
4) Ver Nota al final
5) Cfr. Mujeres del siglo XII de G. Duby.
6)Cambaceres, Eugenio (1883): Sin rumbo. Editorial Beybe. Bs. As. 2º ed. 1944,pág.130
7) ob.cit. : pág. 53 , ss.
8) Op. cit. pág. 25


NOTA
Características que identificaron a la “Generación del 80”:
En lo económico, la inserción de nuestro país en la división internacional del trabajo a partir de la producción de materias primas y alimentos y la importación de la mayor parte de los productos elaborados que se consumían en el mercado interno. En lo social, el tratar de cambiar usos nativos a través de la inmigración de mano de obra y tratando de europeizar nuestras costumbres. En lo político, la conformación de un estado moderno a partir de instituciones a imitación de la Europa de fin de siglo con el propósito de ofrecer garantías a los capitales extranjeros que invertían en nuestro país. Por otra parte Europa tiene necesidad de colocar un excedente de producción y de población, asimismo necesita de alimentos y de materias primas. Para asegurar la ansiada meta del progreso, los distintos sectores le atribuían a la educación una relevancia singular queriendo alfabetizar a la masa de argentinos que vivían bajo un índice de analfabetización extraordinario, pero más necesaria fue la educación de la elite dirigente que debía pasar por la universidad si quería acceder a una posición destacada dentro de la carrera política para alcanzar el poder. Esta generación aprendió que la libertad individual era el valor supremo que el Estado debía defender y que el librecambio comercial era el sustento de toda política económica, pero no advirtió que esa libertad era privilegio de los fuertes y en la Argentina los fuertes no fueron precisamente los nativos, que el librecambio solo servía para consolidar al capital extranjero y que los sagrados derechos y garantías eran solamente excusas para amparar a las compañías extranjeras cuando buscaban eludir los impuestos nacionales o no querían someterse a las leyes justas de la Nación. La ideología que adoptó esta generación fue el reflejo de los sentimientos e intereses de los terratenientes, su gobierno fue el gobierno de los selectos y de los iluminados. Bajo su influjo Buenos Aires dejó de ser la gran aldea para transformarse en una urbe cosmopolita de carácter, como ya dijimos, europeizante ya que la educación universitaria a la que nos referimos anteriormente tenía que venir de Londres y Paris. El positivismo fue su filosofía: orden y progreso. Este lema, que se lo debemos a Comte, fue la bandera de su accionar. Progreso significó crecimiento y modernización. Orden consistía en crear las condiciones de tranquilidad en las cuales debía encontrarse el pueblo para permitir la proyección del progreso sin pausa.
La segunda mitad del Siglo XIX trae el triunfo del capitalismo industrial y con ello el aumento de la demanda de materias primas. La mejora en los transportes permiten el traslado de millones de inmigrantes que van a satisfacer la creciente demanda de mayor producción. En este mundo de progreso y cambio se inserta la Argentina a través de la expansión de su producción agropecuaria produciéndose entonces el fenómeno de un extraordinario crecimiento en su economía pero para ello fue preciso conquistar la Pampa Húmeda expulsando al indio y sometiendo todo el territorio nacional a la voluntad del gobierno central, de esta manera indios y gauchos fueron sacrificados en beneficio del sistema. La riqueza generada se derrocharía en la construcción de palacios, monumentos y lujo a la europea.
Esta generación fue un fenómeno cultural trascendente, fruto de la política educacional liberal, querido y logrado por un plan meditado. Sus hombres oscilaban en los 30 años de edad en consecuencia no habían vivido la época del federalismo. Conocieron como una única realidad nacional la de los gobiernos liberales posteriores a Pavón y se formaron en los Colegios Nacionales lo que les permitió pertenecer a los grupos privilegiados convirtiéndose en ilustrados a la europea y aptos para integrarse a la política, a la burocracia y al ejercicio de las profesiones liberales ocupando los mejores cargos. Sin trabas morales para sus ambiciones dejaron de lado los principios éticos de sus antecesores y las costumbres tradicionales creando un nuevo estilo de vida, aprovecharon los empréstitos, los juegos de la Bolsa, el hipódromo y los naipes, que se hicieron sus costumbres y le otorgaron dinero fácil que les permitió acceder al despilfarro, a las viviendas más suntuosas, a la vestimenta europea y gozar de todos los lujos.
Con ellos comenzó la corrupción fenómeno nuevo en el país, salvo algunos pocos casos anteriores. Esta generación fue ajena al sentir nacional, inescrupulosa, dilapidó la riqueza de la Nación empobreciendo al país y exaltando como únicos valores culturales los propios de Europa, logrando también imponer en el país el respeto sagrado al capital extranjero.

sábado, 2 de agosto de 2008

Dilema: el cuerpo femenino, ¿lo soy o lo poseo?

IX JORNADAS DE HISTORIA DE LAS MUJERES
IV CONGRESO IBEROAMERICANO DE ESTUDIOS DE GÉNERO
“Los caminos de la libertad y la igualdad en la diversidad”
30, 31 de julio y 1º de agosto 2008

Eje temático: 9. Culturas, identidades, sexualidades y género
Nombre y Apellidos autor/a : Martha Alicia Lombardelli-
Pertenencia institucional : Facultad de Bellas Artes - UNLP
Nombre y Apellidos Diseño Visual: Eugenia Lenina Párraga
Pertenencia institucional: Facultad de Bellas Artes - UNLP


«El cuerpo es el vehículo de la existencia en el mundo y tener un cuerpo es, para una criatura viva, estar integrado en un entorno definido, para identificar¬se con ciertos proyectos y estar siempre comprometido con ellos»

Palabras claves: Cuerpo como propiedad - cuerpo vivido. cuerpo habitual, cuerpo actual.
(Repertorio latente de capacidades de comportamiento que se ha configurado mediante hábitos adquiridos culturalmente a partir de las posibilidades permitidas por nuestra estructura anátomo-fisiológica)

Este trabajo se inscribe en el marco de la investigación que dirijo desde el 2006 -2009, al interior del Programa Nacional de Incentivos a los Docentes investigadores: MUJER.- DISTINTAS LECTURAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN FEMENINA A TRAVÉS DE LA PERSPECTIVA CRÍTICA DE GÉNERO EN DIVERSOS SOPORTES DISCURSIVOS EN LA ARGENTINA DEL SIGLO XX.

Las preguntas que lo atraviesan se pueden expresar de la siguiente manera: ¿Se posee un cuerpo o se es un cuerpo? ¿La explicación fenomenológica acerca de la percepción del mundo en general y del cuerpo en especial es igualmente válida para el sujeto humano masculino y el femenino? ¿La mujer se vive como cuerpo?
En la actualidad, las normas y leyes sociales, los esquemas familiares ¿le permiten tomar consciencia de eso? Su educación ¿ha variado tanto como para que pueda referirse a sí misma como la responsable de su afectividad? ¿O aún se refugia en el desdoblamiento tradicional de cuerpo y espíritu?
Con este trabajo sé que las preguntas continuarán sin respuestas; sólo trato de visibilizar el tema, la duda que tengo. Por lo tanto, el método de abordaje que utilizo es dialéctico existencial-descriptivo-reflexivo. Me valgo de ideas aportadas por otra/os autora/es para ir anudando descripciones, experiencias personales reflexiones mías y ajenas.
Este tema ha sido tratado ya, pero la particularidad se origina en que, quien hace la pregunta soy yo; una mujer. Eso se convierte en la novedad porque por siglos los hombres construyeron su propia imagen y reflexionaron sin tener en cuenta la perspectiva de género femenino. La imagen y representación hegemónica del hombre, válida para el género humano y para el hombre singular, subsumía en sí, sin diferencias, la imagen de la mujer. Ellas siempre fueron representadas, mencionadas, contadas, por ellos.
Hoy por hoy no es novedad afirmar que mi cuerpo es esa suma de disposiciones culturales y valores simbólicos, que fueron troquelando mi accionar, mis conocimientos y mi sexualidad. Las variaciones históricas que inevitablemente se suceden me atraviesan y me construyen. Nadie niega ya que podemos entender el cuerpo –nuestro propio cuerpo- como un elemento más de las construcciones culturales y de los valores simbólicos con que intentamos organizar el medio ambiente y el mundo. Pero, según Merleau-Ponty, ese saber consciente se origina a partir de un saber subyacente y previo a todo otro saber. Es el saber del cuerpo, y en él concurren “como dos estratos distintos: el del cuerpo habitual y el del cuerpo actual”
“En el primero figuran los gestos de manejo que han desaparecido del segundo la cuestión de saber cómo puedo sentirme provisto de un miembro que ya no tengo equivale, de hecho, a saber como el cuerpo habitual puede hacerse garante del cuerpo actual (…) Correlativamente, es preciso que mi cuerpo sea captado no solamente en una experiencia instantánea, singular, plena, sino también bajo un aspecto de generalidad y como un ser impersonal.” (p.101). En Merleau-Ponty no es nuestro cuerpo físico sino su representación dentro del cuerpo mismo lo que me permite que el cuerpo actúe en el mundo.
Dice Merleau-Ponty: el cuerpo no es un objeto. Y esto que parece tan obvio sin embargo lo sostuvo toda la tradición filosófica. El cuerpo es la condición de posibilidad de los objetos. Antes que nada somos en el mundo y lo somos gracias a nuestro cuerpo. Somos un cuerpo percibiente y por el solo hecho de ser cuerpo en el mundo se da la percepción como la instancia de significación. Dicha percepción no nace de una conciencia reflexiva sino que constituye una dimensión intencional propia de nuestro cuerpo. Esto no quiere decir que el cuerpo actúe mecánicamente al estilo “estímulo-reflejo”. Más bien son soluciones que generamos, para resolver situaciones que nacen de ser- en-el-mundo, ser con los demás.
Construimos nuestro mundo desde esa apertura que vivimos, en tanto somos cuerpo en el mundo, el cuerpo es fundante. Pero al mismo tiempo se nos revela como una ambigüedad porque no lo podemos convertir en objeto de conocimiento. En tanto no podemos afirmar que existimos como cosa o como conciencia, somos una ambigüedad.
Es a raíz de esa consideración del cuerpo: de experimentar y comprobar la manera en que tomamos contacto con nuestro cuerpo, la forma en que lo vivimos, lo sentimos y , por último, lo representamos -e inclusive las maneras que tenemos de auto representarnos situadamente-, que podemos afirmar que esas instancias están atravesadas ineluctablemente por la cultura.
Analicemos esta afirmación y veamos si lo que se ha dicho sobre el individuo incluye o ignora la diferencia de género. Sabemos que todo lo que se viene escribiendo sobre el cuerpo siempre ha tenido como objeto de estudio al individuo hombre. Pero el discurso que versa sobre la corporalidad la afectividad, la sexualidad y todo aquello que tenga que ver con momentos personales e íntimos no se encuentra en paridad de lugares y valoraciones si analizamos comparativamente el cuerpo humano femenino y el masculino.
Me guiaré por lo que los distintos autores: filósofos, psicólogos, psicoanalistas, fenomenólogos, etcétera, han escrito del cuerpo humano en general, y, de esas teorías trataré de desagregar aquello que se corresponda o no con el ser humano mujer. En la mayoría de los casos tendré en cuenta para mi trabajo las aclaraciones que hace el historiador Georges Duby en su libro Mujeres del siglo XII: “Lo que intento mostrar no es lo realmente vivido. Inaccesible. Lo que trato de mostrar son reflejos, lo que reflejan testimonios escritos. Me fío de lo que dicen. Digan la verdad o mientan, lo importante no es eso. Para mí lo importante es la imagen que proporcionan de una mujer (…).”
Por otra parte, sabemos que a lo largo de la historia, en construcciones sociales como la Iglesia, la ciencia, la historia, la filosofía y el derecho, dice Diana Mafia, "los hombres se enuncian pero las mujeres somos dichas, no somos sujetos de enunciación" Es decir, tendré en cuenta la imagen que proporcionan de las mujeres y la relación de éstas con su cuerpo. Apelaré también a discursos especialmente subjetivos para demostrar la distancia que existe entre la percepción del cuerpo como propiedad y la percepción del cuerpo como vivencia reprimida de acuerdo a pautas culturales vigentes.
El texto siguiente está sacado de un libro poco conocido y se denomina “Noche de monjas”. Fue escrito por una mujer en los años setenta pero el hecho que narra ocurrió justo al finalizar la primera mitad del siglo XX. La autora describe su experiencia personal tal como la recuerda.
“(…) Demás está decir que muchas de las virtudes burguesas que poseo: disciplina, perseverancia, concentración, pulcritud, orden y la tendencia al ahorro, las debo a mi estadía -durante dos años- en el colegio "Jesús de Nazareth", en la ciudad de Buenos Aires.
(…)Todos los días cumplíamos con la siguiente rutina: lavarnos la cara y peinarnos; formar fila para que nos entregaran los respectivos guardapolvos y nos prendieran el moño - grande y duro como si fuera de cartón-, en la cabeza; esperar que nos repartieran el velo o mantilla que nos cubriría la cabeza. Todas las niñas rogábamos que nos tocara en suerte una mantilla que fuera más grande que un pañuelo así nos pareceríamos mejor a las Santas de las estampitas. Después de escuchar la Santa Misa, desayunar, devolver los velos y salir -ordenadamente en fila de a dos- para el otro colegio. (…) -justo el día anterior a tomar la Primera Comunión- sucedió algo especial e inolvidable. Las monjas nos adoctrinaban en la idea de vivir sin pecados; todos los días del año. Sabíamos que cumpliendo con todo lo que nos decían, nuestro nombre –escrito en un pedacito de paño lenci rojo- iría subiendo por el corazón de Jesús en la lámina que estaba colgada en una de las paredes del comedor diario. Nuestro objetivo era el estado de pureza total para el día fijado en que tomaríamos -por primera vez- la comunión. La noche de la víspera, las hermanitas nos hicieron formar fila, después del último recreo, para ir a bañarnos. Nunca nos sacábamos ni la bombachita ni la camiseta para recibir el baño. Las monjas nos lavaban con esas prendas puestas. Refregaban nuestros cuerpecitos por encima de ellas. Luego, cuando salíamos de la ducha, otra monja nos envolvía en una gran toalla. Debajo de ella -con la dificultad obvia que ofrece el hecho de tener que sacarse una prenda que se pega al cuerpo-, teníamos que tironear la ropa mojada. Envueltas en la toalla nos mandaban -corriendo por el patio- a la habitación inmensa y llena de camas-cuchetas. Ahí, teníamos que esperar, quietecitas y tapaditas con la ropa de cama, a que nos repartieran nuestras ropas interiores, y luego... limpias y puras, ¡a dormir para el gran día que llegaba! ¡Recibiríamos por primera vez el cuerpo de Jesucristo!
Nuestro cuerpo debía ser un templo apropiado para esa llegada. Meses que nos veníamos preparando para estar listas, puras, santas...Las hermanitas insistían e insistían con la misma cantinela... "Niñas buenas, sin malos pensamientos, obedientes, debíamos ser para que Jesús nos amara..." Algo pasó, sin embargo, que hizo que nunca olvidara ese día. Algo que parecía producto de mentes poseídas más que de niñas de 6 o 7 años... Era diciembre y la noche nos acariciaba cálidamente. Estábamos bastante excitadas por lo que sucedería al día siguiente. (…)
Cuando llegamos a la habitación y vimos que las monjitas encargadas de repartirnos la ropa interior limpia todavía no habían llegado,... nos sacamos las toallas que nos envolvían y nos pusimos a saltar de cama en cama, ¡desnudas! ...¡totalmente desnudas! y... gozando como diablillos de tan inapropiada travesura. ¡Todo se convirtió en gritos y risas...!”

El texto nos habla de la enseñanza que se les daba a las niñas en la primera mitad del siglo XX, sobre el cuerpo propio. Es cierto que se está hablando de un colegio religioso y posiblemente en las escuelas públicas, con una fuerte orientación positivista, no sucediera lo mismo. En ese colegio se enseñaba que el cuerpo era un templo que se poseía; en él habitaba el alma de cada niña durante toda su vida y hasta la muerte. Debía mantenerse limpio físicamente, velado y oculto a las miradas propias y ajenas. Tan oculto que se lo debía bañar sin desvestirlo. Posiblemente -y de acuerdo al desenlace de la narración- todavía no se había internalizado el hábito de ocultar el cuerpo ni se había conscientizado en profundidad la idea del mismo como fuente de pecado. La diversión obedecía más al hecho de andar saltando de cama en cama en lugar de estar acostadas que a la desnudez.

Si durante años y hasta avanzado el siglo XX, la mujer fue preparada para no ostentar su cuerpo, no verlo ni mostrarlo, no tocarlo ni pensarlo, es difícil suponer que le cabe la afirmación de Merleau-Ponty cuando dice: “Hemos aprendido de nuevo a sentir nuestro cuerpo. Hemos reencontrado –bajo el saber objetivo y distante del cuerpo-, este otro saber que del mismo tenemos, porque está siempre con nosotros y porque somos cuerpo”. [Las bastardillas me pertenecen
El autor publica su libro en 1945 y los hechos que se narran en el texto leído nos remite justamente a unos cuatro años más tarde que esa fecha: 1949.
Además, los aportes fenomenológicos de Merleau-Ponty cuestionan el “saber objetivo” ya que en ese tipo de saber, el mundo es puesto por el que conoce ante él mismo y no se tiene en cuenta que el sujeto de conocimiento también está en ese mundo. Estamos ignorando al sujeto de la percepción. Y el sujeto de la percepción es quien moldea la percepción. Por eso quise realizar el análisis sobre la experiencia hecha por una mujer tal como ella la percibió y como la recuerda muchos años después.

Como afirma Nelly Schnaith, todos los a priori de la construcción del percepto: historia personal, profesión, ubicación social operan como determinantes de la percepción en general. A esta lista podríamos agregarle –en especial y fundamentalmente- su pertenencia de género.

La idea de la dicotomía entre mi conciencia y mi cuerpo, -o como lo planteara el pensamiento griego: soma y sema: el cuerpo (soma) es tumba (sema) para el alma- es
fusionado sincréticamente en el Renacimiento con el pensamiento cristiano y lleva a una educación en la que el cuerpo debe negarse para que el alma se salve. Pero es sabido que social y culturalmente, esta educación sólo se mantuvo vigente para la mujer.
Entonces es válido pensar que, si todos los estudios demuestran que desde la perspectiva de género, el cuerpo de la mujer fue reprimido por la educación y la formación social en general, difícilmente podríamos reconocerle la posesión de la “consciencia encarnada”.

Para comprender aquello que motiva este trabajo, nos detendremos en el aspecto que más ha padecido la negación o represión social y moral en la mujer. Nos referimos al cuerpo como ser sexuado, al contexto de la experiencia afectiva para el ser humano en general. Merleau-Ponty hace hincapié en la importancia del cuerpo en la construcción del mundo. El autor compara al ser humano normal con un enfermo y marca las diferencias: En el ser humano normal la sexualidad, el conocimiento y la acción son los tres sectores del comportamiento; y manifiestan una única estructura típica propia del ser humano integral. En este aspecto, es interesante destacar que Merleau-Ponty reivindica el aporte del psicoanálisis freudiano, al descubrir en las funciones que se tenían por 'puramente corpóreas', su relación dialéctica con los demás comportamientos.

Recordemos que cuando mencionamos lo sexual no estamos hablando de lo genital. Cito al autor: "Un espectáculo tiene para mí una significación sexual, no cuando me represento, siquiera confusamente, su relación posible con los órganos sexuales o con los estados de placer, sino cuando existe para mi cuerpo, para esta potencia siempre pronta a trabar los estímulos dados en una situación erótica y ajustar una conducta sexual a la misma. Se da una 'comprensión erótica' que no es del orden del entendimiento, porque el entendimiento comprende advirtiendo una experiencia bajo una idea, mientras que el deseo comprende ciegamente vinculando un cuerpo a un cuerpo. Incluso con la sexualidad que, no obstante, ha pasado mucho tiempo por ser el tipo de la función corpórea, nos enfrentamos, no a un automatismo periférico, sino a una intencionalidad que siga el movimiento general de la existencia y que ceda con ella."
En realidad, nos estamos refiriendo -dice el autor- al “poder general que tiene el sujeto psico-físico de adherirse a unos medios contextuales diferentes, de fijarse mediante experiencias diferentes, de adquirir unas estructuras de conducta” Y lo más importante, afirma, “Es lo que hace que un hombre posea historia”.
En el caso del enfermo, que menciona Merleau-Ponty, la percepción ha perdido la estructura erótica, Sus perturbaciones resultan de una herida circunscrita en la esfera occipital y esa patología altera la estructura de la percepción o de la experiencia erótica. Eso le impide dar valor o significación erótica o sexual a los estímulos exteriores. Dice merleau-Ponty, “lo que ha desaparecido en el enfermo es el poder de proyectar delante de sí un mundo sexual”, un mundo afectivo normal. Esta falta de intencionalidad para el enfermo le impide ponerse en situación sexual, tanto como afectiva o ideológica.

Veamos ahora qué sucede con el comportamiento sexual y, en consecuencia, con el mundo afectivo femenino. Me remitiré para ello al famoso Informe Kinsey, de 1963 . En él se afirma que existe un menor interés de la mujer respecto a las relaciones sexuales; además, que las mujeres tienden a aceptar más fácilmente las formas sociales porque no son tan accesibles como los hombres a los estímulos psíquicos o tan sometidas a reacciones inducidas. Con lo valioso que fue el aporte de ese informe, las conclusiones a las que arriba respecto al comportamiento sexual de las mujeres, según Igor Caruso-, son cuestionables. Para este autor, la cultura de occidente favorece una conducta “femenina” pasiva. Podemos preguntarnos ¿es pasiva por ser femenina o a la inversa, es femenina por ser pasiva?
Sabemos que en la Grecia antigua la homosexualidad era común pero no se la discriminaba y sí se lo hacía respecto a la mujer. Los generales de todos los ejércitos antiguos eran homosexuales, los marineros y los cazadores lo eran también según las estaciones del año. Occidente acentuó la sumisión de la mujer en la Edad Moderna en el mismo momento en que comenzó a discriminar la homosexualidad como contaminación de la amistad viril. Es decir, la discriminación de la homosexualidad es simultánea a la subordinación de la mujer.
Dice Diana Mafia: “(…) pero es con los contractualitas con quienes el discurso universalista nos genera una expectativa a las mujeres que luego se ve decepcionada, y sobre ese trasfondo se hace más visible el prejuicio androcéntrico que genera una ‘ceguera de genero’. Hobbes, Locke y Rousseau no inventan el poder de los varones y la intangibilidad de la familia patriarcal, pero de ellos esperamos al menos que no lo legitimen y lo consagren, y eso no ocurre.”
Ante esa identidad masculina, se decía que las mujeres presentaban un escaso interés y curiosidad sexual en comparación con los hombres.

También se ha dicho que esa pasividad de la mujer se corresponde con el comportamiento de las hembras entre los mamíferos superiores. Por lo tanto, lo convierte en algo biológico. El análisis cuantitativo de los datos que relevó el informe Kinsey avala esta afirmación. Las estadísticas, por auténticas y válidas que sean pueden ser interpretadas erróneamente si no se las contextualizan. Es lo que resulta del informe Kinsey en este aspecto, ya que la disposición de la mujer a reprimir la afectividad y el interés sexual hacia candidatos no aceptados legalmente por la sociedad se relaciona con las normas culturales de tipo patriarcal.

Además, se sumó el hecho de considerarlas menos troqueladas sexualmente que los hombres, por relaciones anteriores. Debemos considerar que la tendencia de la mujer -aun hoy y a pesar de ciertas transformaciones básicas-, favorecida y reforzada por una tradición patriarcal, promueve el tipo de la ‘mujer de un solo amor’, la ‘buena madre para sus hijos’, la ‘esposa femeninamente fiel’. Ella misma por anticipado tiende a racionalizar sus sentimientos de modo tal que se acomoden a los arquetipos propios de esa tradición.
Vayamos a la ejemplificación. El otro texto que extraje del mismo libro es un poema y fue escrito en la segunda mitad del siglo XX, más precisamente en 1977. Nos encontramos en él con una descripción que gira alrededor del cuerpo. Está escrito por la misma persona que escribió el texto anteriormente leído.

Confesión
En esta tu ausencia presente / quiero confesarte cosas...
Cosas que, sin que yo lo quiera, / se me ríen en el cuerpo y en la piel.
Mi cuerpo, / ese que conociste / antes de quedarse huérfano,
parado en una nube,/ como un pájaro triste/ hoy se ve.
Cansado de andar solo, / dueño de sí mismo y del tiempo,
pidiéndome disculpas, / anda buscando un límite.
Se interna en los espacios vitales / de los otros / y anda como los gatos,
de noche bajo la luna, / recorriendo ágil, / uno tras otro, / el aliento de los patios.
Mi cuerpo...ese que conociste... / Lo dejo que se vaya, / como si no fuera mío
que me deje el alma dormida y triste / conmigo.

Por razones ajenas a la pareja, los amantes están separados por más de dos años y la joven lamenta esa separación al mismo tiempo que no puede dejar de confesar el deseo que recorre su joven cuerpo. El nombre mismo del poema, Confesión, nos remite a una institución propia del mundo religioso católico que está gravitando en la exteriorización del sentimiento. El cuerpo es -para la autora- algo que posee y que la lleva por caminos de “perdición”. No puede aceptar en la representación consciente que los deseos tensionen su corporeidad. No puede admitir que ella es su cuerpo y, por lo tanto, no se hace cargo de sus vivencias eróticas. No se lo permite su consciencia y –gracias a su formación en una cultura que reprime el placer sensible en la mujer-, apela al desdoblamiento entre cuerpo y alma. Tanto en el primer ejemplo, el del baño corporal con el cuerpo vestido, experimentado en la primera mitad del siglo XX, como ahora, en la confesión se evidencia la represión de la intencionalidad hacia lo afectivo. Se traduce esto en el desdoblamiento, que como en las tragedias griegas el Deux ex machina viene a solucionar el conflicto.

Retomemos:
En la percepción en general, existe un fenómeno denominado ‘regulación compensatoria’ que tiende a agregar y a corregir en función de la experiencia anterior del sujeto. Esta afirmación está hecha teniendo como objeto de estudio la percepción humana en general.
Cuando esta afirmación es aplicada a la percepción específica de un sujeto femenino, la compensación de lo que percibe siempre obedecerá a las normas culturales pero, -en este caso- serán las que rigen el lugar simbólico específico de la mujer en su cultura. Lugar simbólico éste que nunca respondió a la vivencia personal e individual de la mujer sino a lo que se esperó o se espera históricamente de ella.
Es válido preguntarnos, entonces, ¿desde dónde se opera la mencionada “compensación regulatoria” en el caso de la percepción de un sujeto construido como mujer? Analizando la obras de mujeres artistas, escritoras, plásticas, etcétera, dice Eva Klein Bouzaglo, que las obras de estas mujeres nos interpelan con la pregunta clave que también nosotros nos hacemos acá: ¿pueden las mujeres elaborar una estética del cuerpo cuando tenemos la sospecha -y hasta la certeza diría yo- de que la dominación, la circulación desigual del poder, la marginación laboral y la violencia cotidiana pasan por la forma del discurso y están presentes en la forma misma de la lengua que usamos?

Lo que queremos resaltar es que existe una falacia al suponer la superioridad intrínseca de la experiencia inmediata que postula el realismo ingenuo. Decir: “yo estaba ahí”, “nadie me lo contó” no deja de ser una adaptación de lo observado a los propios esquemas; y en la mayoría de los casos, a los esquemas culturales hegemónicos. Lo que percibo como mujer no es el resultado de una experiencia inmediata. Mi percepción está determinada por mi formación religiosa, moral cultural. La mujer puede destinar horas de su vida a planchar con dedicación la línea del pantalón de su marido o de sus hijos.

Habíamos dicho, siguiendo a Merleau-Ponty que, sexualidad, conocimiento y acción, los tres sectores del comportamiento, manifiestan una única estructura típica propia del ser humano integral. Ahora bien, el dilema se presenta cuando queremos definir la percepción del propio cuerpo en la mujer. Si por siglos la mujer no ha podido hablar por sí misma, convencida de que ella no podía conocerse por sus limitaciones intelectuales, es comprensible que asumiera lo que de ella se dijera, y de esa forma actuara y pensara en consecuencia. Será necesario que la memoria del cuerpo negado se aleje de esa representación internalizada desde su temprana infancia, para que libremente su cuerpo intencione como cuerpo habitual.
Según lo que afirma Roberto Inda simultáneamente con los cambios operados en el rol social de la mujer, se vio afectado el rol del hombre. Poco a poco, éste fue tomando consciencia de no ser “el dueño de la sexualidad, ni del saber.” En la sociedad antropocéntrica, dichos valores apuntalaron la autoestima del varón y permitieron la construcción de una identidad humana hegemónica y dominante. Pero es evidente que la pareja humana es una unidad fundamental, sus dos mitades se necesitan mutuamente tanto desde lo biológico como desde lo social. Dice Simone de Beauvoir, “(…) al interior de esta unidad, para el hombre, la mujer es el Otro, en cambio, para la mujer, ella es el Otro en el interior de esa totalidad cuyos dos términos se necesitan. La mujer se percibe como lo otro del hombre por lo tanto, ella es el Otro doblemente.” Tocamos acá un sentido de la alteridad como un absoluto “a pesar de que la necesidad biológica pone al macho bajo la dependencia de la hembra” Según la autora, hay una tendencia de la mujer a continuar siendo el otro porque en definitiva porque aspirar a ser sujeto conlleva un riesgo económico y –lo que es más importante- implica el riesgo metafísico de tener que justificar su existencia, inventar sus propios fines.
Nunca seré mi cuerpo si no puedo ser yo la que decido o no qué hacer conmigo misma. Después de la Declaración de los Derechos Humanos donde leemos en el Artículo 2, inciso l, que todas las personas tienen los derechos y libertades proclamados en esa Declaración sin distinción alguna de raza, color, sexo, (la bastardilla es nuestra), idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, habrá que seguir bregando para que las declaraciones no se queden en los papeles. “Dice Tere Saez: “Es como una negación constante de una realidad: la de que las personas se relacionan y comunican entre sí, también con el cuerpo (…).

BIBLIOGRAFÍA
Merleau-Ponty, Maurice (1945) Fenomenología de la Percepción. Ed. Península. Barcelona.1975. Primera parte. El cuerpo. P. 100
op .cit. P.101
op .cit. P. 11
op. cit. P. 14.
op. cit. P 222
Schnaith, Nelly: Los códigos de la percepción, del saber y de la representación en una cultura visual, en Rev. TipoGráfica 4, Pp.26-29. 1987
Merleau-Ponty, M. op. cit P.173
Merleau-Ponty, M.: op. cit. PS 174 y 175
op. cit. P. 174
Informe Kinsey (1963) publicado en castellano en 2 volúmenes, por Siglo XX, en 1967 con el nombre El comportamiento sexual de la mujer
Merleau-Ponty, M.: op.cit. P 220.
Mafia, Diana: http://agendadelasmujeres.com.ar/notadesplegada.php?id=1105 Ciudadanía y participación política de las mujeres. Sin fecha.
Eva Klein Bouzaglo en Rev. Electrónica Verbigracia, ideas, artes y letras. Caracas Año V. Nº 24. 16 de marzo 2002
Vinculo: http://www.varones.com.ar/redaccion.htm#1 Roberto Inda: licenciado en psicología de la UBA e investigador en temas de género de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
de Beauvoir, Simone (1949): El segundo sexo. Tomo I. Ed. Siglo XX. Buenos Aires.1984. P.16 y ss.
Tere Sáez, Técnica de Igualdad. : De Londres a Paris, pasando por el juzgado en
http://www.e-leusis.net/Monograficos/opinion_ver.asp?id_monografico=655.


RESEÑA BIOGRÁFICA

LOMBARDELLI, Martha Alicia
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA- FACULTAD DE BELLAS ARTES (Diag. 78. nº 680)
- Licenciada. Docente Investigadora en UNLP. Categoría III
- Integrante del Banco de evaluadores de Proyectos de Extensión de la UNLP
- Directora del Proyecto de Investigación: Imagen de la mujer en la Argentina en el siglo XX. Código B – 184. Período 2006/9
- Co-directora del Proyecto de Investigación: Innovación en la enseñanza de los
lenguajes artísticos. Código 0 151-Períod9 2005-2008
- Directora de tesis de maestría . UN de MENDOZA
- Profesora en Filosofía. Egresada de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP.
- Profesora Adjunta Ordinaria Teoría de la Práctica Artística, Facultad de Bellas Artes- Universidad Nacional de La Plata (UNLP)
- Profesora Titular Estética-Fundamentos Filosóficos, Facultad de Bellas Artes- UNLP-
Consejera Académica en Facultad de Bellas Artes de la UNLP en el período 2003-6
- Co directora del Curso de Postgrado http://www.edu3000.com.ar/estetica/
- Autora del blog: Pensamiento crítico. http://lombardellimarthalicia.blogspot.com/
“ “ Algo para pensar. http://lombardellimarthaalicia.blogspot.com/

Artículos publicados: Nacionales e Internacionales- Ponencias
Revista electrónica Debate Cultural.-VENEZUELA http://www.debatecultural.com/Observatorio/MarthaLombardelli2.htm
Lombardelli, Martha Alicia: A raíz de una consulta hecha por una alumna - Sobre el pensamiento de Rodolfo Kusch, 2007
Lombardelli, Martha Alicia: La estética de lo tenebroso en Rodolfo Kusch, octubre de 2006
Estética y pertinencia cultural del sujeto. Rev. Perspectivas de la Educación. El siglo XXI desde México y América Latina. Rev. Cuatrimestral. Año 12. Nº 2-Enero-abril 2006- MÉXICO
Apuntes para una nueva concepción de la estética en Rev. Perspectivas de la Educación. El siglo XXI desde México y América Latina. Rev. cuatrimestral. Año 11, Nº 1 nº-sep.-dic-2005- MÉXICO
El largo camino hacia el estatus de sujeto de la mujer. Ciclo de Conferencias de Verano- Monte Hermoso-Prov. BS.AS. Argentina enero 2008
Nacimiento del artista en Occidente. Ciclo de Conferencias de Verano. Monte Hermoso. Prov. Buenos Aires. Argentina . enero 18 2007
Imagen de la mujer en la obra de un escritor de la Generación del 80’. Eugenio Cambaceres. PROGRAMA IBEROAMERICANO DE ESTUDIOS SOBRE IMAGINARIOS – IDEI- I º Encuentro de Investigadores del Programa Congreso Internacional de investigadores de imaginarios IDEI - 22,23 y 24 de noviembre de 2006 La Plata- Argentina
Mujer y arte público: prácticas de denuncia social en Rev. Arte, Educación y Cultura contemporáneas en Latinoamérica. UNLP. Argentina 2006
Apuntes para una nueva concepción de la Estética. En CD producido por Secretaría de ciencia y Técnica de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. ARGENTINA, agosto 2005
Metodología de la investigación en ciencias sociales: La huella de la memoria en los espacios públicos. En CD Producido por Secr. Ciencia y Técnica de Facultad Bellas Artes. La Plata- ARGENTINA agosto 2005
Cultura y Arte, en Rev. del Inst. de Investig. Estéticas. Facultad de Artes. Univ. Nac. Tucumán. 1995 ARGENTINA
La enseñanza de Estética en las Facultades de Arte. Rev. Arte e Investigación .Nº 1 -UNLP-1996 ARGENTINA
Las nuevas imágenes y el arte. Rev. Arte e Investig. Nº 4, - UNLP-1999
Dinámicas alternativas entre el Estado y la sociedad civil. Rev. Búsquedas. Asociación Docentes Universitarios. La Plata. Argentina. 2000. ARGENTINA
Ha presentado en el 2005, en la 31º Feria Internacional del Libro de Bs. As., su libro "Cuentos, sueños y poesías". Editorial Al Margen. La Plata –ARGENTINA

Párraga, Eugenia Lenina:
Diseñadora en Comunicación Visual. Miembro del Equipo de investigación dirigido por Lombardelli, Martha Alicia: Imagen de la mujer en la Argentina en el siglo XX. Código B – 184. Período 2006/9

Ayudante Diplomada de la Cátedra Estética-Fundamentos

miércoles, 9 de julio de 2008

Tomado de Músicos y relojeros, de Alicia Steimberg

"Para ilustrar estos conceptos, cuando estuve en edad, mamá puso en mis manos una nutrida bibliografía. Eran libros que habían estado en boga en su juventud, en los albores de la educación sexual.
En uno de ellos decía:
"En el hombre el ejercicio de las funciones sexuales se reduce a la satisfacción de una necesdad orgánica que se revela`por las imperiosas exigencias del instinto de propagación, con sus sentimientos, y a un fenómenocomplejo de secreción yu excreción que tiene lugar en condiciones especiales.
"En la mujer puede más el sentimiento que el instinto reproductor, más el amor que los deseos; el hombre solicita, la mujer acepta (si es estúpida, che, acotaban las fieras), predominando en ella las ilusiones inherentes a los deberes de la maternidad." Dr. Francisco Otero, Higiene General, Buenos Aires, 1919.

Había mujeres, decían las fieras (así llama la persona que narra a las hermanas de la madre) a quienes les gustaba eso. Eran unas locas de mierda, buscaban a los hombres sin distinción de estado civil, y eran un peligro constante para los hogares decentes. Entre estas mujeres que "no tenían nada que perder" figuraban las actrices, las bailarinas, las enfermeras, las mucamas y las empleadas de Correos. Entre las decentes figuraban las maestras, las farmacéuticas, las bibliotecarias y las amas de casa con hijitos, salvo, por supuesto, algún raro desvío en uno u otro caso."

martes, 24 de junio de 2008

Por fin un estudio estadístico: Mujeres conduciendo

Las mujeres argentinas causan menos accidentes de tráfico que los hombres
martes 24 de junio, 10:51 AM



Buenos Aires, 24 jun (EFE).- Las mujeres son menos peligrosas al volante en Argentina, ya que causan solo el 3,2 por ciento de los accidentes graves, mientras que los hombres son los responsables del 96,8 por ciento de estos hechos, según un informe privado difundido hoy por la prensa local.

El estudio del que proceden los datos, relativos a accidentes en los que se han producido muertos o lesionados, se realizó desde 1996 hasta este año y analizó 5.000 accidentes en autopistas y zonas urbanas del país.


Aún teniendo en cuenta que en Argentina solo el 25 por ciento de las mujeres son conductoras, el informe revela que "su conducta más respetuosa de las normas de tránsito y menos temeraria de las maniobras de alto riesgo redunda en un notable beneficio para la seguridad vial y en una baja ostensible de su participación en accidentes graves".


El Centro de Experimentación de Seguridad Vial también estudió el comportamiento de los conductores argentinos en las autopistas y dedujo que la mujer (un 37 por ciento) es más paciente que el hombre (47 por ciento) si tiene un coche delante que circula a 110 kilómetros por hora en el carril rápido.


En este caso, el 12 por ciento de los hombres gesticuló, insultó o amedrentó al conductor del automóvil precedente, mientras que solo el 6 por ciento de las mujeres reaccionó de similar manera.


Además, el 80,1 por ciento de las mujeres hace uso del cinturón de seguridad, mientras que en el caso de los hombres es el 72,6 por ciento el porcentaje que se preocupa de abrochárselo.


Según datos del Registro Nacional de Accidentes de Tránsito de Argentina, al año se producen unas 8.000 muertes en las carreteras, en promedio 22 muertos por día y casi uno por hora, y un millón de accidentes. EFE

sábado, 14 de junio de 2008

No quiero cometer la falacia ad hominem

Quiero aclarar que cité el texto de David Hammerstein porque coincido con lo que afirma sobre la relación entre los animales y los humanos. Cuando sigo navegando, encuentro que se lo ha denunciado por abuso de autoridad sobre una empleada.
Como es un eurodiputado de los Verdes, supongo que los fueros no permiten que se lo enjuicie.
Mi posición ante la persona es: sigo valorando lo que dijo pero reniego de cualquier tipo de conducta que presente las características que mencioné y por las que se lo ha denunciado.

Soy consciente de que esto sucede hoy día.

Las relaciones humanas con los animales no humanos, se alimentan obsesivamente de una razón instrumental que elimina todo valor del animal por sí mismo convirtiéndolo en un mero medio o recurso al servicio de fines exclusivamente humanos. En la actual sociedad de consumo los animales domésticos pasan de ser objetos productivos a objetos mercantiles de disfrute y valorados por su utilidad hedonista. Es lo que llamamos mascotización, que en realidad es una forma de antropocentrismo que anula la consideración del animal doméstico como sujeto en sí mismo y como ser moralmente significativo y valioso. La mascota asume las cualidades de un simple objeto más de consumo y hace del animal vivo un simple producto del mercado que puede sufrir todos los usos propios de nuestra mentalidad consumista: el “usar y tirar”, la distinción social que da la adquisición de lo exótico, lo escaso y lo extinguible, la manía coleccionista, y el sobre-consumo. Para subvertir estos procesos de explotación sobre seres vivos sintientes es preciso redefinir nuestras concepciones y relaciones con los animales a partir del reconocimiento de la valía moral de los mismos. Debemos dejar de criar y usar animales domésticos y salvajes como simples medios para fines humanos hedonistas.
Palabras de David Hammerstein
http://www.davidhammerstein.com/article-5723555.html

Fotos de Rocco



Fotos sacadas por Zulma

lunes, 2 de junio de 2008

¡Adios Rocco!

Hoy sacrificamos a Rocco. La peste canina lo atacó violentamente. Vi cuatro veterinarios y no se pudo hacer nada. Después de la noche del sábado, todo el domingo y la noche, el lunes temprano llamé a uno de los veterinarios para que le diera algo que lo ayudara a terminar con sus convulsiones y ladridos.
Nunca lo olvidaré. Pienso que fue el perrito más tierno de todos los que he tenido y tengo.

La canasta de Rocco

Me da vergüenza...

sábado, 17 de mayo de 2008


--"Por cortesía no nos corresponde a nosotras hablar primero, ¿no es verdad? --dijo la rosa--. pero ya me estaba yo preguntando cuándo ibas a hablar de una vez, pues me decía: «por la cara que tiene, a esta chica no debe faltarle el seso, aunque no parezca tampoco muy inteligente». De todas formas tienes el color adecuado y eso es, después de todo, lo que más importa." (de Alicia a Través del Espejo)

lunes, 12 de mayo de 2008

La era de Rocco



Rocco llegó a mi vida porque yo quise. Pesaba 900 gramos y su fragilidad me asustaba. Ya pasaron tres semanas y superó el kilo en su peso. Sigue siendo muy pequeñito y además es cariñoso. Da y demanda afecto constantemente.
Mi amiga Zulma Berazategui le sacó las primeras fotos que tengo de recuerdo.

Sophie lo adoptó casi compulsivamente. Lobo, el perro de 11 años no tiene ojos más que para mí.Su mundo se estructuró alrededor de mi persona, así que le presta poca atención a Rocco.

martes, 29 de abril de 2008

Paolina Borghese de Antonio Cánova




Comparar con Madame Recamier que está en las entradas más antiguas: noviembre de 2007

lunes, 14 de abril de 2008

Tiempo de mujer...

A mí que soy Penélope me pides paciencia,
no sabes que el tiempo nace de mi pecho
y es del tiempo que me nutro
y las hebras que devano y que tejo
me identifican y me arrullan...

Pasan los días y las horas y yo crezco,
me expando por los recovecos del tiempo
y el tiempo que conozco es mi tiempo
es mi obra y es mi vida.
Soy tiempo de parir y de vivir.
Soy tiempo de aguantar la sinrazón
de la locura.

Lo demás,... las ansiedades,
las esperas y alborosos,
las tardanzas,
las idas y venidas son sólo
nombres con que se viste el tiempo.
son el presente, el pasado y el futuro.

Estás en mi tiempo aunque no vengas,
estás en el tiempo que hace que te has ido.
Estas en el tiempo de lo que pudo ser,
estás en el tiempo de lo que está por llegar.

Estamos en el tiempo por ser tiempo
que viene de un tiempo de mujer.
Con el tiempo podrás decir que
no somos otra cosa que tiempo y más tiempo,
un tiempo de sonrisas o de lágrimas,
un tiempo ganado al tiempo
y con trabajo devenido
en destino-tiempo.

sábado, 22 de marzo de 2008

La marca inconfundible del decir de Laura

Me llamo mala*

El narrador de historias ha colgado un dibujo con mi rostro sobre la pared. Es un dibujo en papel escolar, con tinta negra y trazos rápidos. Ahora, sacude una pandereta para reunir al público. Sé que contará mi historia sin belleza ni sabiduría, llena de supersticiones y engaños. Así se la contaron a él, así la contará su hijo.
Por eso, mientras se distrae conversando de viajes y mercancías, me apuro a iniciar este relato. No les diré mi nombre, porque no importa cómo me llamaron al nacer. Diré que me he dado a mí misma nombres de santas y de reinas, de poetas y magdalenas. Los probé todos con igual alegría y compasión y así aprendí del mundo y de mí.

Minuciosa en el conocimiento del placer, he trazado los mapas de mi cuerpo, las líneas de estrellas, los lagos y las cicatrices. No ha sido fácil, fui educada como una niña ciega. Llevaron mi mano dócil sobre cada cosa mientras nombraban y describían lo que debía saber. Anduve a tientas hasta que aprendí a leer en mi corazón y en mi silencio. Entonces, supe el verdadero nombre de mi sexo, su lenguaje de flor, su dulzura y fui capaz de ofrecerlo a la primavera.
Ya no le temo a la pasión. Encendida ante la revelación del amor, atravieso los días y el desierto. Huyo a media noche sin despertar a los que duermen, me tiendo en la arena y escucho la conversación del mar con mi sangre.
Sólo con los ojos abiertos pude mirar más allá de mi rostro y vi.

Vi a mis hermanas con la boca golpeada por maldecir y desobedecer. Vi las marcas de sus uñas en sus propios brazos, heridas para calmar el dolor, para escribirlo de manera salvaje sobre sus cuerpos y que haya escándalo.
Las vi mudas ante sus hijas, avergonzadas mientras las vendían por casi nada, sin la última esperanza.
Vi también a la muerte llevándose los restos de las muchachas que nadie recuerda, la vi cargando los pequeños huesos del hambre y el cansancio.
Vi a las madres preguntando por sus hijos, las escuché repetir sus nombres hasta hacerlos cuerpo de nuevo.
Y vi más. Vi viejas vagabundas, con flores en el pelo, hablando solas en la puerta de las iglesias, cubriéndose la cabeza para dormir.
Vi el miedo en los ojos más bellos. Oí cantar a las pequeñas, pidiendo al corazón que resista la humillación y la tristeza.
Y fui cada una de mis hermanas para siempre.
Guardo la memoria de los crímenes y los asesinos.

Olvidé, en cambio, las artes aprendidas de mis abuelas y de mi madre. Ni agujas ni hilo.
Entretenida con libros que tratan de las cosas del aire y del agua, dejo que se apague el fuego de la cocina y me pierdo en el misterio y en el sueño.
Voy tras mis propias preguntas tiritando de frío y no escucho lo que susurran en las puertas. Vestida de negro y sin anillos, trato con la noche, que me oculta y me alimenta con la amistad de sus criaturas.
Conozco todos los nombres del diablo y me he dejado seducir por su lengua dispuesta a la mentira y lo fantástico. Me iría con él si me lo pidiera sólo por ofender a dios, que me ha despreciado en todos sus libros, bajo todos sus rostros.
Enseño a mis hijos las leyes que rigen la vida sobre la tierra y nada les doy a cambio de la muerte, ni el paraíso, ni el infierno. Mientras los ayudo a lavar sus cuerpos o pongo un plato de alimento en sus manos, voy nombrando las constelaciones y los poetas que les salvarán el alma.

Una a una he desprendido las cuentas del rosario con el que pagaba mis pecados. Así pude saber las palabras secretas de mi alma, su terror y su levedad. Sentir que me pertenece y puedo volcarla hasta la última gota, veneno o delicia.
Sólo en la luz prohibida del pecado, fui vuelo y aire. Ya no creo en el castigo. Construyo el bien y el mal en el amor. Doy todo lo que puede dar mi cuerpo y mi alma, como septiembre, dispuesta a la luz y el perfume. Pero no me entrego a la ensoñación ni a la violencia. Despierta en mi piel y dueña de mi deseo.

Muevo mi mano sobre el cuaderno llevada por la corriente de mi pensamiento, una magnolia en el agua que no sigue más destino que el declive del tiempo y el peso carnal de sus pétalos. Escribo en el nombre de mis hermanas.
Nos han encerrado a bordar las sábanas en que seríamos entregadas como esclavas para la descendencia. Hemos creído en la felicidad de ser madres como si estuviera escrito en las líneas de la mano que leen las gitanas.
Educadas para pintar nuestros ojos y masajear con aceites nuestras caderas, han vendado nuestros pies hasta mutilarnos e, imposibilitadas de andar, nos han atado a la tradición familiar. Aprendimos a ofrecernos dulces y bellas a cambio de la pertenencia a alguna genealogía del poder. Ignorantes para sobrevivir al fuego.

Y sin embargo, cada día, en todas las lenguas, vuelve nuestra voz.
Sentadas en el hielo, conversando en silencio con el espíritu de los animales que habitan el mar y el cielo.
Con una vasija de agua a cada costado, atravesando la tierra al sol, en el ritmo de un par de sílabas que se repiten hasta ser música.
Mientras la mano viene y va sobre los hilos del tejido y el viento cuenta una historia en nuestra cabeza.
En los secretos trazos de unos versos bordados en la trama blanca del lino.
En retahílas antiguas que acompañan los círculos de la cuchara sobre el fuego.
Caminando bajo las estrellas.
En el monólogo impreciso que se pierde en habitaciones sin luz.
En el rumor de los pasillos de los hospitales.
Atadas a la cama.
Repitiendo de memoria las fórmulas del amor.
Amamantando niños en el balanceo de las canciones de cuna.
Trabajando de pie ante una máquina que escucha nuestros secretos.
En la alegría de traer flores como si sirviera de algo.
Con la espalda doblada sobre a la mesa, escribiendo al dictado de la memoria y de los sueños.
En la mirada encendida, puro grito que arde el aire.
Nuestra voz ronca, desafinada, dulce, imperceptible, maravillosa, hecha añicos, que danza, que sopla, que se lleva la lluvia o la desparrama, que se agota y vuelve como el tiempo o la luna, nuestra voz.

El narrador de historias ha callado la pandereta, ahora camina hacia aquí sin entender lo que pasa. Lento, repito el último párrafo de mi relato. El público se dispersa entre los olores del mercado, prueba alimentos desconocidos con la punta de la lengua, saluda y ríe, celebra la intensa claridad del día que hace entrecerrar los ojos, el dulce mareo del olvido.


Laura Forchetti
Monte Hermoso, marzo de 2008



* Un juego del pensamiento; deseo nacido de una lectura de Orhan Pamuk.